Esparto es el nombre con el que
se conoce en España a unas fibras obtenidas de diversas plantas silvestres del
grupo de las gramíneas, así como a las plantas mismas, nombrado en la antiguedada como lino blanco, lino ibérico o lino cartaginés
Nombre científico: Stipa
tenacissima
Retazos de la Historia de nuestra tierra:
El Campus Spartarius.
Los romanos ya nombran a la franja del sureste mediterráneo CAMPUS SPARTARIUS. Esta zona, se extendía desde Cartagena, hacia el interior, hasta el sur de lo que hoy es provincia de Albacete, marcando probablemente la primitiva Vía Augusta su límite septentrional. Siendo nuestra comarca probablemente la mejor para el cultivo de esta gramínea, se cultivo y exporto esparto para cuerdas de uso naval y multitud de enseres, incluso, las sandalias de los legionarios fueron de esparto.. Los árabes lo llamaban "Halfa" y lo utilizaban en sus construcciones, y así a lo largo de todas las culturas asentadas en nuestro suelo.
Los espartales/espartizales, como tales, constituyen un horizonte de matorral de tipo mediterráneo que ha sido favorecido por el hombre, en este sentido, gran parte de los que encontramos tienen origen antrópico y no es difícil comprobar cuáles son resultado de antiguas plantaciones, con las atochas claramente alineadas.
LEGISLACIÓN:
Para conseguir una
mejora en la recolección y una protección de los espartizales, se legisló en
época temprana por el Estado. Publicándose desde mediados del siglo XIX una
gran cantidad de disposiciones, Reales Ordenes, Reales Decretos, etc. etc
Esta regulación estuvo haciéndose
hasta entrados el siglo XX, donde el 12 de enero de 1920 el Ministerio de
Abastecimiento se dicta una Real Orden nombrando un Comité especial encargado
de regular el abastecimiento de esparto en el mercado interior, fijando los
precios, e intervenir en la exportación, informando sobre las posibles
cantidades a exportar.
A partir de aquí sufre un declive
el esparto como materia prima, tanto en la industria de la cordelería, como en
la papelera, debiéndose importar para la fabricación de papel casi la totalidad
de la materia prima. Es por ello que se intenta revalorizar el esparto y se
dicta el Decreto de 28 de abril de 1933 creando la estación experimental de
Hellín.
La explotación del esparto ha
tenido dos períodos de esplendor en los dos últimos siglos. El segundo ocurrió
en los años cuarenta del pasado, ante la imposibilidad de importar fibras
foráneas y tener que reemplazar al yute.
En 1947, la población hellinera ocupada en esta manufactura llegó a 4.500 personas, de las que el 75 por 100 eran mujeres. La depreciación de la fibra, al emplearse otras artificiales y los materiales plásticos, motivó su gran decadencia actual. En 1970 solamente quedaban 12.600 hectáreas, con una producción a la baja de unos 46.000 quintales.
En 1947, la población hellinera ocupada en esta manufactura llegó a 4.500 personas, de las que el 75 por 100 eran mujeres. La depreciación de la fibra, al emplearse otras artificiales y los materiales plásticos, motivó su gran decadencia actual. En 1970 solamente quedaban 12.600 hectáreas, con una producción a la baja de unos 46.000 quintales.
El esparto siempre ha crecido en los
Campos de Hellín. Como dato, en 1948 solamente el municipio de Hellín obtenía el 40 por 100 del espartizal provincial, siendo también el de mayor producción.
El esparto ha sido la materia prima que nos ha acompañado a lo largo de nuestra Historia, pues ya los primeros pobladores, en la Prehistoria, la utilizaban como fibra natural para tejer.
El esparto ha sido la materia prima que nos ha acompañado a lo largo de nuestra Historia, pues ya los primeros pobladores, en la Prehistoria, la utilizaban como fibra natural para tejer.
La
recolección del esparto, su tratamiento y su trabajo posterior permanecen
inalterables a través de los siglos: El "Arranque" se realizaba en los montes que podían ser .municipales
o privados, los esparteros con el "palillo" .atado con una
"maja" de esparto a la muñeca y con un fuerte tirón arrancaban el esparto de la "atocha", varios repelones
formaban una “manada “que es el
esparto que puede abarcarse con la mano, que se ataban con un esparto
retorcido, cuando cerraban el día, los esparteros comenzaban a " casar los
manojos" unidos por las cabezas del esparto y atarlos en "haces y los llevaban a la "tendía" .
La "Tendía". Al
terminar de pesar los esparteros soltaban los haces y extendían el esparto en
el suelo para que se secase durante veinte días, tras los cuales se recogían y
se volvían a atar en haces y estos en "bultos" atados con "guitas"
de esparto verde llamado "lías". Se transportaba en carros a las
"balsas" construidas en cemento y donde los "balseros"
depositaban los bultos bien colocados para que cupieran más, al finalizar se
llenaban de agua quedando el esparto sumergido durante veinte o treinta días,
para que la fibra se ablandase, a este proceso se le llama "Coció"
Después comienza el
"Picao", donde el esparto se somete a un aplastamiento en los mazos
para desprender la parte leñosa de la fibra. Esta tarea ha sido
tradicionalmente elaborada por las mujeres, llamadas "picadoras"
siendo de las tareas más agotadoras, pues en un principio estaban de cuclillas,
hasta que se hicieron unos fosos donde poner las piernas, el ruido ensordecedor
de los mazos las dejaban sordas, interiorizando el ritmo de colocar el esparto
en el mismo momento que baja el mazo para no pillarse las manos.
A continuación, tenía lugar el
"Rastrillado", proceso por el que se peinan las fibras de esparto en
rastrillos de púas de acero que separan los haces de fibra de sus hojas,
despojándolos de sus partes leñosas. Esta operación desprendía un polvo
continuo que los rastrilladores inhalaban provocando una enfermedad
respiratoria llamada "espartosis". El proceso finalizaba con el
"Hilado", que consiste en una rueda de madera movida por un
"menaor" normalmente un niño que hacía girar unas carruchas donde se
enganchaban las fibras de esparto.
Hay varios tipos de trenzados, el de cinco, de quince, de
diecisiete y hasta de veintiún ramales de pleita. Con estos tipos de trenzados podemos hacer, aguaderas,
utilizadas para traer cántaros de agua; serones, ideales para llevar el estiércol
al campo o para traer melones o sandías; seras, de forma cilíndrica y de altura
aproximada de un metro, empleadas para el transporte de aceitunas, uvas o
cualquier otro producto; espuertas y esportillos, como las seras pero en tamaño
decreciente; ceberos, utilizados en las cuadras para echar de comer a las
caballerías; esteras, cuadradas y redondas; forros para recubrir el suelo y los
laterales de carros y galeras, y multitud de otras cosas menores: asientos para
sillas, moldes para quesos, soplillos, capachos, forros de botellas y garrafas
y todo tipo de sogas, cordeles y ataeros.
En la provincia quedan verdaderos
artistas del esparto y muy especialmente en Isso (Hellín), donde el artesano Atilano
Cano hace originales y bellas miniaturas y filigranas para colgar como adornos,
siendo muy característicos los pendientes, las pulseras y las cadenas de reloj
de bolsillo. También realiza figuras humanas, animales y belenes.
Aún se siguen haciendo de pleita
de esparto dos utensilios de uso común en nuestra tierra como son las esteras
para las prensas de las almazaras y las cinchas para hacer queso manchego.
1 comentario:
hola estoy haciendo un libro sobre el esparto, la pregunta es si puedo publicar alguna foto de aqui, gracias
me llamo josé Alfonso Mansanet 647523575
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