miércoles, 7 de abril de 2010

CUANDO VENIAN LAS MIERAS DE LA SIERRA





Cuando empecé a trabajar con Carreño, aprendí muchas cosas, ahorrar jabon y a venir de casa espachao de todo, lo primero y luego a puntear y a mandar plicas de subasta a los municipios de nuestra tierra, estos llenaban sus arcas gracias a la subasta de la resina de los pinares propios, así como de las cortas controladas de madera, así conocí el oficio del resinero y lo que eran las mieras.

La variedad de pino que se trabajaba era el “pinus pinaster”, aquí llamado negral o resinero, la primera tarea era quitar la gruesa corteza o roña con el “barrasco”, hasta que quedaba a la vista la madera; con la “media luna” se hacía una hendidura para colocar una fina “chapa” que recogería la miera para depositarla en un recipiente generalmente de barro conocido como pote o lata y que se sujetaba con un alambre, Despues se quitaban las virutas con una "azuela". hasta sacar el corte, al que se tenían que hacer cuatro remondes durante la temporada y así pino a pino haciendo sucesivas “picas” o “remondes” con la “azuela", así año tras año hasta que el pino moría.
Cada 15 o 20 días, había que recoger la miera pote por pote, para después vaciarlos en las cubas donde se transportaría a la Resinera de la Loma La Charca para destilar los subproductos que era la "Colofonia" de donde se saca la pasta para los chicles y la cera para depilar y la "esencia de trementina" o aguarrás que es un disolvente universal, la que se guardaban los serranos la cocían para hacer la Pez de impermeabilizar las botas de vino o la tonelería.


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