sábado, 8 de febrero de 2014

QUE PELIGRO TIENE...

El Puente de los Peligros o Puente Viejo es un puente de piedra en arco sobre el río Segura, finalizado en 1742 y situado en la ciudad de Murcia (Región de Murcia, España).

Es el más antiguo de los que hoy se conservan en la ciudad, de lo que se deriva el nombre de Puente Viejo, en contraposición al Puente Nuevo o de Hierro construido en 1903

La denominación popular de Puente de los Peligros se debe a la presencia en el lado sur del puente de una hornacina que guarda la imagen de una virgen denominada de los Peligros, de profunda veneración en la ciudad. El 26 de septiembre de 1701, una riada del Segura destruyó el puente del siglo XVI que unía la ciudad con la margen derecha del río y que servía de comienzo al camino real de Cartagena.
A finales de abril de 1717 se echó desde la cuenca alta del Segura la madera que había de servir para hacer las ataguías y el andamio de las obras, tardando 6 meses en llegar a la ciudad





El 10 de septiembre de 1718 se puso la primera piedra del Puente Viejo, pero al poco tiempo las obras tuvieron que ser detenidas ante la petición de Felipe V al concejo de Murcia de 14.000 doblones para la construcción del Palacio de la Granja.
Toribio Martínez de la Vega estuvo al frente de la obra durante siete años, consiguiendo en ese tiempo sacar del agua del río el pilar central y los estribos. Tras los pequeños avances que se realizaron durante la dirección de Jerónimo Gómez de la Haya, se hizo cargo de la misma Jaime Bort, que se encontró ya con gran parte de los obstáculos salvados y siguió trabajando según los planos de Martínez de la Vega. Sin embargo Bort ensanchó aún más las entradas al puente, sobre todo en la margen derecha; Martínez de la Vega había hecho lo propio en la margen izquierda, mandando derribar una parte de la puerta del Puente de la muralla de la ciudad.
La construcción, paralizada de nuevo, se reanudó en 1739 no volviéndose a detener hasta su completa conclusión en 1742. El 12 de septiembre de 1742 se colocó sobre el puente la imagen de Nuestra Señora de los Peligros, construyéndose posteriormente el templete neo-clásico en la margen derecha que da el nombre al monumento. Sobre los tajamares se instalaron estatuas de San Miguel y San Rafael, obra de Joaquín Laguna.

 
En 1850, el puente vivió una ampliación para ensanchar sus aceras a través de una estructura metálica unida a la sillería. Esto supuso la desaparición de los elementos decorativos de los tajamares anteriormente citados. Siendo insuficiente esta primera ampliación, en 1867 se agrandó todavía más la estructura metálica superior, quedando la imagen del puente tal y como se puede contemplar en la actualidad.
El proyecto del Puente Viejo resultó todo un éxito ya que se convirtió en el primer puente de la historia de Murcia que aguantó sin problemas las periódicas inundaciones del río Segura, incluyendo la gran riada de Santa Teresa de 1879.



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